Este sábado 14 de agosto se registró un terremoto de una magnitud de 7,2, con epicentro en aguas haitianas, a 12 kilómetros del noreste de Saint-Louis du Sud. Por ahora el número de muertos supera los mil 300, y los socorristas buscan a toda prisa sobrevivientes entre los escombros.
Asimismo, la catástrofe ha dejado por lo menos 2,800 heridos. Mientras llega más ayuda, los hospitales saturados hacen cuanto pueden para asistir a quienes van llegando. Por el momento, el primer ministro Ariel Henry declaró estado de emergencia durante un mes para todo Haití y señaló que se está enviando, con urgencia, ayuda a las localidades destruidas y los hospitales saturados.
La Oficina de Protección Civil reporta que hay más de 7,000 casas destruidas y casi 5,000 dañadas. Los sobrevivientes al terremoto se han visto obligados a quedarse en calles o campos de fútbol, lo que ha ocasionado miles de desplazados.

Uno de nuestros hermanos jesuitas nos reporta desde Puerto Príncipe, Haití:
La asistencia internacional ya está llegando a la nación afectada. Por el momento Cuba ha enviado varios miembros de la misión de ayuda sanitaria. Por su parte, Chile envió el domingo en la noche un avión Boeing KC-135 con más de 16 toneladas de ayuda humanitaria.
“He conversado hoy día con los presidentes de Panamá y de Costa Rica para poder coordinar que Chile provea el transporte aéreo de la ayuda humanitaria que ellos también van a enviar a Haití”, señaló el presidente chileno Sebastián Piñera.

El terremoto sacudió la parte suroccidental de la nación más pobre del continente, casi arrasando con algunas localidades y provocando deslaves que obstaculizaron las acciones de rescate en un país ya asolado por la pandemia de Covid-19, un magnicidio presidencial y una ola de violencia de pandillas.
Información recopilada de Radio Progreso Honduras