Es encomiable el entusiasmo de los diputados y diputadas, apenas llevan tres semanas y es cantidad de decretos en discusión en las sesiones, en las comisiones y otros que ya están aprobados. Y no es para menos, encuentran un país patas arriba. Sin embargo, para ordenar la casa se necesita una ruta, tiempos, prioridades y estrategia para lograr el propósito.
