En un corto período de 2021, muchos nicaragüenses cruzaron la frontera norte de su país para vacunarse en Honduras. Lo que, en principio, parecía un gesto solidario se revela como una mala gestión con vacunas que, en muchos casos, estaban a punto de vencerse, pero sirvieron para un intercambio de gestos populistas entre regímenes autoritarios.
Lea más en Radio Progreso