Esta es una pregunta que muy seguramente nos hemos hecho alguna vez en la vida, y que puede tener diferentes tipos de respuesta, dependiendo de la óptica personal o social en la que estemos inmersos. El decidir hacer algo por alguien no es una iniciativa que surja por arte de magia, es más bien un proceso que nos confronta, que nos invita a dejar nuestra zona de confort para ir al encuentro del otro. Lea más aquí
Escuche la reflexión de Ecos de Pasto en torno al papel del cristiano, ante la necesidad de sus hermanos menos favorecidos.