En su camino hacia Jerusalén, donde Yñigo pretende quedarse a vivir «a la apostólica», recorriendo los caminos, villas y castillos por los que pisó el Señor Jesús, para casi por accidente en la ciudad de Manresa. Allí le tocará vivir un proceso de conversión interior que lo preparará para su experiencia y para su donación al Señor de todas y todos.
Versión de La Voz de Guamote, de Ecuador:
Versión de Radio Progreso, de Honduras: